Yo, desde luego ¡sí!
Hay ocasiones en las que usamos pintauñas de colores muy fuertes o de mala calidad que hacen que nuestras uñas amarilleen un poco, y no vamos a castigarnos por ello, ¡son colores que valen la pena!
¿Cómo podemos solucionarlo? Debemos airear las uñas, es decir, si no dejamos que reposen entre pintauñas y pintauñas es probable que la decoloración sea más evidente.
Solucionar este problema es muy sencillo, sin embargo puede llevar un par de meses conseguir que el color amarillo desaparezca definitivamente.
El truco está en masajear las uñas amarillentas con aceite de árbol de té por las noches, y enjuagarlas a la mañana siguiente con una mezcla a partes iguales de zumo de limón y bicarbonato sódico.
Si eres constante con el tratamiento en poco tiempo se observará el cambio.
Y a volver a lucir esas preciosas uñas. :)